martes, 28 de junio de 2011

lunes, 27 de junio de 2011

GLOBALIZACIÓN (canción para "ilustrar" conceptos)



Canción del cantautor uruguayo Jorge Drexler, "Disneylandia".

ACERCA DEL RELATIVISMO CULTURAL


Aquel alumno que desee hacer juicios /críticas hacia culturas propia o ajenas, no puede dejar de prestarle atención a esta eterna discusión que existe entre los que adhieren al relativismo cultural, y los que lo rechazan. Viene a cuento, entonces, este videíto...

martes, 14 de junio de 2011

FALACIAS


FALACIA: razonamiento incorrecto psicológicamente persuasivo.
Una clasificación:
1) apelación a la ignorancia: consiste en tratar de que el otro acepte una conclusión porque no hay pruebas en contra de la misma. Ejemplo: “nadie pudo probar que los fenómenos telepáticos no existen”.
2) causa falsa: consiste en unir dos circunstancias que a veces tienen correlación estadística o que se dan en forma inmediatamente sucesiva una de la otra mediante vínculos causales no comprobados. Ejemplo: “mi horóscopo me dijo que hoy iba a ser un mal día, y se cumplió…”
3) composición: atribuir las características propias de un elemento al todo en el que se integra. Ejemplo: “Juan es un excelente jugador de rugby; luego, el equipo que integre tendrá una actuación brillante”.
4) división: caso inverso a la composición, digamos, atribuir las características propias del todo a cualquiera de sus elementos. Ejemplo: “me pareció sobresaliente el coro municipal; con seguridad María, que integra ese coro, debe tener una voz hermosísima”.
5) apelación a la fuerza: consiste en recurrir a amenazas más o menos sutiles para llevar al otro a aceptar una determinada conclusión. Ejemplo: “no es políticamente correcto pensar que…”
6) ataque al hombre (ad hominem). Admite dos variantes:
 - ofensivo: consiste en señalar aspectos negativos de la persona que propone la afirmación o argumentación en lugar de atacar a la afirmación o al argumento mismo. Ejemplo: “no tenemos por qué aceptar la ética kantiana puesto que Kant fue un solterón amargado y aburrido, enfermizamente metódico”.
 - circunstancial: consiste en señalar a quien propone una afirmación o argumento que aquélla o la conclusión de este es falsa por la circunstancia especial en que se halla la persona que habla. Ejemplo: “todo lo que la Sra. de Fortabat pueda decir sobre la nueva ley impositiva será ignorado ya que al ser rica con seguridad se opondrá a la fijación de impuestos adicionales”.
7) apelación a la piedad: consiste en buscar la compasión de alguien para que acepte como verdadera una conclusión determinada. Ejemplo: un abogado defensor, para probar la inocencia de su defendido, alude al hecho de tener éste hijos pequeños que quedarán desprotegidos si se lo condena.
8) apelación a la autoridad: consiste en invocar a alguien prestigioso –que puede ser una autoridad en el campo que se esté argumentando o en otro- para apoyar la verdad de una conclusión.
9) apelación al pueblo: consiste en hacer referencia a lo que hace todo el mundo o la mayoría, para llevar al otro a aceptar como verdadera una conclusión. Ejemplo: publicidad que invita a usar los jeans NN, presentándolos como los mejores ya que son los más vendidos.

miércoles, 8 de junio de 2011

ENSAYO ESCRITO COMO DIÁLOGO (y siguiendo con Maquiavelo)...

Este es el caso de la obra de:
Maurice JOLY (1864) Diálogo en el Infierno entre Maquivelo y Montesquieu   (edición digital)
de la que cuelgo sólo un resumen muy personal (argentinizado en sus modos y expresiones) de sus dos primeros diálogos.


DIALOGO 1°
MAQUIAVELO: El vulgo prejuzga: me ha hecho responsable de todas las tiranías. Sin embargo, no reconoce que durante 15 años serví a mi patria (Florencia) como diplomático. Y no defendí un gobierno represor o aristocrático, sino una República, y para mantenerla independiente!
¿El Tratado del Príncipe? Sólo fueron fantasías de diplomático. No estaba destinado a la imprenta. Ahí intenté describir cómo funciona la moral política: no la verdad como debería ser, sino como es. No soy maquiavélico. No intenté hacer una "apología del delito".
MONTESQUIEU: tu crimen fue "avivar giles", enseñar a destilar venenos.
MAQUIAVELO: No me captaste. Te voy a explicar. Mi sistema parte de estas premisas:
 - el instinto malo en el hombre es más poderoso que el bueno;
 - el temor y la fuerza tienen más imperio sobre él que la razón;
 - todos aspiran al dominio: nadie renunciaría a la opresión si pudiera ejercerla.
¿Qué es lo que sujeta a la bestia humana, inconstante y cobarde? La LEY: la fuerza reglamentada formalmente. ¿Qué me vienen a hablar de la "libertad política"? Esa es sólo una idea relativa. Si la mantenemos como valor supremo, entonces el Estado está perdido. ¿Cómo combatir a los enemigos internos y externos sin las trampas, emboscadas, astucias y estrategias indispensables propias de la guerra? Mi punto es que el bien puede surgir del mal, así como algunos venenos nos pueden curar y un corte de bisturí en el lugar preciso de un cuerpo humano nos puede salvar la vida: la violencia y la astucia son un mal, pero necesarios para gobernar a los hombres, mientras éstos no se conviertan en ángeles. Por eso prefiero los gobiernos absolutos.

DIALOGO 2°
MONTESQUIEU: No hay nada nuevo en tus doctrinas. Deduzco que sos un hombre político, preocupado más por los hechos que por las ideas. Pero si vamos a hablar del arte de gobernar, hablemos de ideas: Me parece que identificás el interés del Estado con lo que se le antoja al príncipe. Éste tiene derecho de violar juramentos, despojar a quienes ha proscrito; dilapidar las finanzas, etc.
Ahora, si prohibís al ciudadano lo que permitís al príncipe, ¿crees que aquel respetará las leyes cuando advierta que quien las promulgó las viola? No hacés más que introducir el fermento de la guerra civil. Por el contrario, creo que el derecho traza fronteras que el interés no debe violar, y creo también que el fundamento del derecho es la Moral. Por lo tanto, los príncipes no pueden permitirse lo que la moral privada prohíbe. Veo que admirás a los grandes hombres: yo sólo admiro a las grandes instituciones.
Por otro lado, te cuento que en nuestros tiempos modernos, el fanatismo político falleció. Imposible que renazcan hoy las condiciones del despotismo.

(Continuará...)

lunes, 6 de junio de 2011

SIGUIENDO CON MAQUIAVELO...


Esta vez una cita que contiene una interpretación de lo que podríamos llamar "la política según Maquiavelo.
Maquiavelo describe con suficiente claridad el campo de la política. ¿De qué hablamos cuando hablamos de política? Muchos […] parecen creer que nos referimos a la búsqueda de una sociedad idealmente buena, o a su organización para lograr el bienestar social máximo, o a su natural aspiración a la paz y la armonía, o a algo igualmente ajeno al mundo, tal cuál éste ha sido y es. Maquiavelo entiende que la política es, en primer lugar, el estudio de las luchas por el poder entre los hombres. […] Los hombres, y los grupos de hombres, luchan entre ellos por conseguir aumentos relativos de poder y privilegios.

James BURNHAM, Los maquiavelistas. Defensores de la libertad.
Bs.As.: Emecé editores, 1945.

sábado, 4 de junio de 2011

NOTAS SOBRE NICOLÁS MAQUIAVELO


Por Mauricio LEBEDINSKY. El secreto de los genios. BsAs: Capital Intelectual, 2007
Florencia […] la “Nueva York del Quatrocento”. […] Allí nacieron las nuevas ideas del Renacimiento. [... Nicolás Maquiavelo]  tenía una silueta modesta, rostro delgado, ojos negros pequeños y vivos y cabeza de cuervo, precozmente desplumada sobre la frente. Su risa era nasal […] A los 20 años fue nombrado secretario de la Cancillería […] viajó muchísimo en misiones diplomáticas […] cuentan que Maquiavello era travieso, pícaro, amigo de aventuras intelectuales. Ávido siempre de discutir los problemas del momento, de meterse en el barro primordial. […]
Viroli sostiene que el florentino abordaba la política real, no los deseos […] No tenía una visión edificante del hombre […] una valoración del ser humano no idealizado es el punto de partida para la acción, para evaluar la necesaria conducta del gobernante […] se consideraba un especialista en los problemas del Estado. Sabe que allí se juegan la fuerza y el consenso, el zorro y el león. […] contaba con una especial habilidad para interpretar las declaraciones, gestos, manifestaciones, siempre a fin de comprender la política de su tiempo […] Poco antes de morir, cuenta Viroli, Maquiavello tuvo un sueño. […] Soñó que a su muerte (por ser ilustre florentino relacionado con el Papa, los Borgia y tantos otros notables) le correspondía ir al Paraíso. Iba caminando hacia allí cuando vio una multitud que analizaba los temas de actualidad y reconoció a los historiadores y políticos de la Antigüedad, entre ellos Tácito y muchos que habían sido sus maestros. Les preguntó a dónde iban y le contestaron que estaban condenados al Infierno. Maquiavelo decidió abandonar los hermosos pero aburridos prados del Paraíso y acompañarlos al Infierno, para seguir discutiendo con ellos.

jueves, 2 de junio de 2011

ORTEGA Y GASSET - ... dime cómo te diviertes y te diré quién eres.

José ORTEGA Y GASSET en El espectador. Madrid: Revista de Occidente, 1925. Tomo IV


"Con evidente error suele creerse que lo que mejor califica a una época o un pueblo es la manera de comportarse en las actividades “serias”, útiles e ineludibles de la vida. Por esta razón se busca el perfil histórico de cada edad analizando la organización de su hacienda, su industria, su régimen político. Y, sin embargo, en nada de esto se expresa con pureza suficiente el espíritu individual o colectivo […] El hombre de Calcuta y el de Paris, cuando quieren transportar algo, usan idénticamente la rueda. En cambio, se diferencian cuando se ponen a soñar […] pues bien; yo creo que pocas cosas definen tan bien una época como el programa de sus placeres […] nuestras aspiraciones, apetitos y fruiciones constituyen nuestro personalísimo ajuar. Son lo que nosotros traemos al mundo, el resto es lo que el mundo nos concede [… por ello] me parece muy significativo que […] hayamos vivido sin gozar de un espectáculo afín […] Yo desconfío mucho de quien no es leal con sus propios placeres […] cuando no sabe claramente cuándo se aburre o cuándo se divierte, o no se atreve a ocuparse con denuedo en gozar […] Todo organismo sano presenta la existencia de un presupuesto de placer que ha de ser satisfecho, so pena de morboso desequilibrio. Alguna vez me ha ocurrido pensar que hay dos clases de épocas históricas: en una, los hombres se preocupan más de agenciarse placeres que de evitar dolores; en otras, acontece lo inverso […] nosotros poseemos excelentes clínicas y detestables espectáculos, inventamos analgésicos nuevos pero no diversiones […] y si somos insinceros en nuestros placeres, ¿cómo no lo seremos en todo lo demás? […] Dime cómo te diviertes y te diré quién eres…"